Es verdad que algunos envejecen mejor que otros. Pero a un video se le debe juzgar por el objetivo para el que fue creado, en un momento y territorio específico. Con una intención de promoción, marketing, publicidad, propaganda o viralización.
Muchas veces a la hora de pensar una campaña promocional, un plan de medios o una estrategia comunicacional, debemos priorizar.
Claro, los recursos siempre serán limitados. La inversión debe retornar. Debemos ser eficaces con el mensaje, pero sobre todo, ser eficiente con los plazos, recursos, tiempos y esfuerzos.
Por tanto, un buen mix de medios no es aquel que tiene harta variedad de soluciones publicitarias. Una campaña exitosa será aquella que asegure resultados. Y dichos resultados deben ser visibles en nuestras audiencias.
Quizás a veces no quede otra alternativa más que imprimir, fabricar pendones y usar materiales plásticos, PVC, papel, chapitas y stands. Funciona relativamente bien para el marketing BTL (beyond the line), pero también hay que hacerse responsable de la contaminación que esto genera y de cómo impacta nuestra huella de carbono.
Las soluciones digitales y campañas web son mucho más limpias. No sólo aparecen con mejor sostenibilidad, sino también son más eficaces, ya que además permiten ir midiendo el impacto día a día.
Lo mismo para una estrategia de difusión cuyo foco sea audiovisual y que permita ir creciendo en alcance. Usar videos corporativos, spots publicitarios, marketing viral, piezas promocionales, reels, shorts y todo tipo de soluciones audiovisuales hoy es tendencia mundial.
Desde la irrupción de youtube, la producción de videos aumentó notablemente. Incluso durante la pandemia, el audiovisual pasó a ser el segundo producto más consumido por los seres humanos,detrás de la alimentación.
Se disparó la demanda por series, películas, cortometrajes, videos y todo aquello que signifique gozar el atractivo de mezclar el sonido y la imagen en movimiento. Hoy es el reinado de los reels, shorts y videos creativos.
Bien lo saben quienes han contratado a productoras audiovisuales, como eje principal de sus campañas, o agencias creativas que los asesoren para dirigir sus contenidos de manera exitosa.
Un buen video emociona, logra crear sensaciones inmersivas, nos traslada a lugares o nos hace viajar.
Un video nos impacta inmediatamente, integra a más públicos de manera inclusiva, didáctica y funcional. Un video resume en segundos, algo que puede valer mil palabras.
Por ello en el siglo 21, de la sociedad de la información y el consumo masivo multimedia, las soluciones audiovisuales se coronan como principal elemento de campaña, facilitado además por el acceso gratuito y los bajos costos de producción.
Por último, un video queda para la eternidad. No se oxida, no se pone amarillo, ni se vence.
Es verdad que algunos envejecen mejor que otros. Pero a un video se le debe juzgar por el objetivo para el que fue creado, en un momento y territorio específico. Con una intención de promoción, marketing, publicidad, propaganda o viralización.
El problema ahora es cómo destacar y diferenciarnos, entre tantos millones de buenos videos que nos invaden día a día. Ahí es donde entramos nosotros como agencia boutique y productora audiovisual experimentada.